Diálogo del primer encuentro

"Ajá, ¿estamos desprevenidos? Bienvenido a mi morada. Soy Cornyx, un viejo piromántico. Un cuervo en su jaula, como ves. ¡Pero aquí estamos, un encuentro para la eternidad! He oído que los No Encendidos son excelentes recipientes. ¿Te gustaría aprender piromancias de este anciano?"

Diálogo al pedir aprender piromancias

"Muy sabio. Un encuentro casual no debe desperdiciarse. Para reiterar, soy Cornyx, del Gran Pantano. El placer es mío."

Al negarse a aprender piromancias

"(Risas disimuladas) ¡Qué tontería! Este viejo cuervo tiene algo de conocimiento propio, ¿sabes? Bah. No tiene sentido decírtelo. No te apresuraré. Volverás cuando te ilumines. Al fin y al cabo, ambos somos no muertos. Y ambos prisioneros, cada uno a su manera. (risas disimuladas)"

Segundo encuentro (Santuario del Enlace de Fuego)

"Ah, ahí estás, No Encendido. Quiero expresarte mi gratitud por confiar en un humilde piromante y permitirme contemplar esta llama majestuosa. Como prometí, te impartiré piromancias. Pero primero necesitarás una llama propia (Da Llama de Piromancia). Ten cuidado de no quemarte con ella."

Al seleccionar la opción "hablar"

"Presta atención a mis palabras, No Encendido. Teme al fuego. El hogar de la piromancia, Izalith, fue abrasado por el mismo fuego que creó. Sin duda, era una llama del caos, enredada por la mano de una bruja. Pero ¿quién puede decir que la llama de esta Hoguera sea diferente?"

Al entregarle el Tomo de Piromancia de Carthus

"Vaya, vaya... nunca había visto nada igual. Esta inscripción... este tomo es de las Catacumbas. Fascinante. En este día, el maestro aprende junto al alumno. (risas)"

Al entregarle el Tomo de Piromancia de Izalith

"¡Ah, qué tenemos aquí! ¡Un tomo de piromancia de Izalith! Entonces has encontrado el hogar de la piromancia. ¡Genial! Nunca volveré a maldecir mi vejez y mi no-muerte. ¡Vamos, vamos, muéstralo aquí, rápido! Canalicémoslos juntos. ¡Las piromancias primigenias que solo conocía el viejo Maestro Salaman!"

Al entregarle el Tomo de Piromancia de Quelana

"¡Ah, qué tenemos aquí!... ¡ Por los dioses! Esta inscripción dice: Quelana, la antigua deidad, una de las brujas de Izalith... La última de ellas, que vagó por las tierras. Entonces, después de todo, debió de regresar a Izalith. Pero lamento decir que no puedo aceptarlo. Las piromancias de Quelana son para brujas y deben aprenderse de una maestra. Pero gracias por permitirme observar algo así. ¡Ojalá fuera mujer! (¡Ja!)"

Al entregarle el Tomo de Piromancia del Guardián de la Tumba

"Me temo que no puedo aceptarlo. Este tomo de piromancia es oscuro y se adentra en las profundidades de los hombres, donde reside una llama intocable. No puedo comprenderlo yo mismo, y mucho menos enseñártelo. Es un hechizo prohibido en el Gran Pantano, y también en casi todas partes. Solo alguien terriblemente afligido o agobiado por un profundo dolor podría empezar a comprenderlo."